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Un BCRA más compacto y realista ante el endémico problema de la inflación

Entrando en la segunda semana de cierta estabilidad cambiaria (que debe consolidarse y por ahora sigue siendo “la” prioridad) el BCRA comienzó a delinaer en el Comunicado de Política Monetaria de hoy algunas acciones y definiciones orientadas a un esquema mas simple, pero no por eso menos eficiente en esta etapa, de reducción de la inflación a partir del control del crecimiento de la cantidad de dinero. 

▪ EL BCRA hará un seguimiento de agregados monetarios (en lugar de las sofisticadas y por ahora casi impracticables metas de inflación) hasta que la inflación baje a un dígito. 

▪ La próxima meta “dura” en términos de inflación es Dic. de 2019, lo que pone fin a la presión innecesaria de un incumplible 15% para 2018. 

▪ El BCRA pasa a “Monitorear” (controlar) también una Base Monetaria “amplia” que incluye otros pasivos monetarios y bonos que pueden integrarse para el encaje. Por ende, limita también el crecimiento de las distintas alternativas onerosas (para el propio BCRA o para para los bancos) con las que cuenta para reducir la cantidad de dinero. La evolución del mix de billetes y monedas, encajes y pasivos monetarios remunerados será un tema relevante para seguir. 

▪ Se sostiene la necesidad de reducir el stock de Lebac sin una excesiva monetización (en linea con el monitoreo de una Base Monetaria “amplia”). Terminada la prioridad de consolidar la estabilización del mercado cambiario, la velocidad con la que el BCRA y el Tesoro puedan reducir/eliminar esta vulnerabilidad a la que está expuesta la autoridad monetaria pasa a ser importante. 

▪ Se formaliza el Consejo de Política Monetaria como órgano ejecutivo (¿le cambiarán el nombre?) y se publicará el resultado de las votaciones. Además de mas transparencia y “accountabiliy” se incorporan prácticas comunes en bancos centrales de países/regiones con mayor estabilidad monetaria y financiera. 

Pareciera que con el Comunicado de hoy el BCRA comienza a (i) controlar el aumento en la cantidad de dinero, (ii) auto-limitarse en el posible uso de los instrumentos a su alcance para esterilizar los aumentos en la cantidad de dinero, (iii) reducir la vulnerabilidad que le genera un alto stock de pasivos monetarios remunerados y todo esto con (iv) responsabilidades claramente asignadas. Si es cierto, como puede verificarse en la Argentina y en el resto de los países, que el aumento en la cantidad de dinero (especialmente M2) explica mayoritariamente el aumento en el nivel de precios, Argentina estaría entrando en una nueva etapa.